CASO DREYFUS

El caso Dreyfus fue un polémico asunto en el que se vio implicado el oficial del ejército francés Alfred Dreyfus, por el que se le declaró culpable del cargo de traición en 1894. Su condena provocó un conflicto nacional que llevó al sector republicano progresista a una posición dominante en la vida política francesa y que culminó con la separación de la Iglesia y el Estado en Francia.
Emile Zola  intervino como escritor , dando una acalorada denuncia titulada “Yo acuso” esta valerosa denuncia le costo una multa importante y un año en prisión: Zola entonces huye a Inglaterra lo que difunde ampliamente el altercado.


FRAGMENTO DE CARTA A M.  FELIX  FAURE   

[...]Señor Presidente, concluyamos, que ya es tiempo.

  •    Yo acuso
  •  al teniente coronel Paty de Clam como laborante - quiero suponer inconsciente - del error judicial, y por haber defendido su obra nefasta tres años después con maquinaciones descabelladas y culpables. 
  •    Acuso al general Mercier por haberse hecho cómplice, al menos por debilidad, de una de las mayores iniquidades del siglo. 
  •    Acuso al general Billot de haber tenido en sus manos las pruebas de la inocencia de Dreyfus, y no haberlas utilizado, haciéndose por lo tanto culpable del crimen de lesa humanidad y de lesa justicia con un fin político y para salvar al Estado Mayor comprometido. 
  •    Acuso al general Boisdeffre y al general Gonse por haberse hecho cómplices del mismo crimen, el uno por fanatismo clerical, el otro por espíritu de cuerpo, que hace de las oficinas de Guerra un arca santa, inatacable. 
  •    Acuso al general Pellieux y al comandante Ravary por haber hecho una información infame, una información parcialmente monstruosa, en la cual el segundo ha labrado el imperecedero monumento de su torpe audacia. 
  •    Acuso a los tres peritos calígrafos, los señores Belhomme, Varinard y Couard por sus informes engañadores y fraudulentos, a menos que un examen facultativo los declare víctimas de una ceguera de los ojos y del juicio. 
  •    Acuso a las oficinas de Guerra por haber hecho en la prensa, particularmente en L'Eclair y en L'Echo de París una campaña abominable para cubrir su falta, extraviando a la opinión pública. 
  •    Y por último: acuso al primer Consejo de Guerra, por haber condenado a un acusado, fundándose en un documento secreto, y al segundo Consejo de Guerra, por haber cubierto esta ilegalidad, cometiendo el crimen jurídico de absolver conscientemente a un culpable. [...]